"Faust" de Jan Svankmajer [1994] · 1:37' · VISE x mad

Esta inigualable pieza [para muchos, la mejor de Svankmajer hasta la fecha] ilustra con maestría la obsesión de nuestro autor por la delgada línea que separa al hombre de la máquina, de la materia inanimada. Empieza ubicándonos en las calles de Praga, frente a una boca de metro en un día corriente de 1994. De las profundidades emerge un hombre camino a su trabajo cuando, de repente, un par de extraños le entregan un mapa con una sugerente inscripción. No importa cuánto intente el hombre quitarse el mapa de la cabeza, el enigma volverá a él como por “arte de magia”, y sabemos que su curiosidad le condenará a inmiscuirse en un misterio del que probablemente no saldrá ileso. He ahí el primer paso que puede transformarnos a cada uno de nosotros, meros mortales, en el arquetipo del Héroe clásico envuelto en una trama sublime de magia, ángeles y demonios... y todo esto, ¡en un abrir y cerrar de ojos!

Nuestro personaje ha cambiado de esencia desde el momento en que decide investigar la locación del mapa, y se ha convertido en el Dr. Fausto. De hecho, al encontrar una copia quemada de la obra teatral, se pone el disfraz y comienza a interpretar su papel como si fuera lo más natural del mundo. La magia de Svankmajer se hace carne [o madera, según se mire] en su inimitable combinación de imagen real con animación, utilizando en este caso, la infinita variedad de la arcilla para crear su Golem en el laboratorio o al metamorfo Mefistófeles, y marionetas a escala humana manejadas por un par de manos siempre fuera del alcance. Estos muñecos avejentados, como a la espera de un Fausto desprevenido que se anime a encarnar su papel, explotan aún más la atmósfera diabólica del conjunto, que con constantes toques “brechtianos” [mostrando las tramoyas teatrales de la época para hacer los efectos especiales] fascinan aún más y nos colocan en una posición inmediata de “incredulidad suspendida”. Lo absurdo de la situación, la aparente inconexión de sucesos y las caprichosas acciones del héroe, vuelven al argumento tan imprevisible [¡y eso que estamos hablando de Fausto!] que erizan la piel y dejan literalmente sin aliento.

Está claro que, entre las problemáticas que plantea el Dr. Faustus [el libre albedrío, la lucha entre el Bien y el Mal, la entrega del alma a cambio del Saber y el Poder absolutos, etc.], la obra de Svankmajer es una gran metáfora que cuestiona lo que tenemos por Realidad y nuestra relación con ella. En su adaptación, se alimenta de las versiones de Marlowe, Goethe, Gounod y, según ha comentado en una entrevista, de obras de marionetas clásicas que tanto le han impresionado de niño. Eso explica la importancia que ha atribuido a Punch, un bufón de madera que se encargará [al igual que en el Faustbuch sobre el que Marlowe basó su obra de 1588] de poner el toque humorístico en los momentos más oportunos, y de conectar la representación teatral con el tiempo presente del relato. Svankmajer lo utilizará en parte como “coro”, en parte como un “alter-ego” de Fausto mismo. Por su parte, los personajes marloweianos de Cornelius y Valdes cobran también una dimensión especial: no sólo son los dueños del primer gran secreto, sino que funcionan también como una especie de policía secreta, conduciendo a la víctima hacia su propia maldición.

En fin, sería imposible abarcar todas las dimensiones que este fantástico film aborda. Por eso, nada mejor para concluir que citar al mismo Svankmajer: “Creo que Fausto es una de las situaciones arquetípicas en la que ambos, personas y civilizaciones, se encuentran a sí mismas. Tarde o temprano todos deben enfrentarse al mismo dilema: vivir su vida en conformidad con las vagas promesas de “felicidad institucionalizada” o rebelarse y tomar el camino que le aleja de la civilización. Este segundo caso siempre termina en el fracaso del individuo, mientras que el primero termina en el fracaso de toda la humanidad”. Menos mal que aún nos queda el arte para aprender a gozar de nuestros tropiezos con sentido del humor;)


Ficha Técnica
Guión y Dirección: Jan Svankmajer
Producción: Jaromír Kallista
Director de Fotografía: Svatopluk Maly
Montaje: Marie Zemanová
Directores de Arte: Eva y Jan Svankmajer
Música: Charles Gounod y J. Sebastián Bach
Nacionalidad: UK · Francia · República Checa


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