Me aplico: estoy borrando tu sexo
–comida para las abejas-
El mundo exterior no puede alimentarme.


Por eso yo
-con las fresas magulladas de mis labiosemborrono
tu sexo.


Bajada a bajada lo consigo
me acerco a ese estado de perfección que es
la anulación del sentimiento.

Soy lo que no entiendes
y simplificas
lo que no puedes cambiar
y limitas
lo que necesitas
y humillas.


Por más que te obedezca
no hago lo que deseas.


Por más que me anules
te lastimo.

No voy a contestar esa llamada
trae una voz de uñas rayando la pizarra
y un repertorio de rostros de la náusea
que conozco de sobra.


Corté los hilos limpié las huellas
detuve todo flujo que pudiera extenderse
del uno hacia el otro.
Barrí tu cuerpo de huesos y carne
fuera de mi cabeza.
Todo lo tibio también todo a la calle.


Y tú sigues repicando
incansable entre los tubos
vacíos de mis arterias.

Y el amor en mi locura
como un topo en un laberinto desconocido
arremete inocente contra las paredes
se desangra perdido y magullado
enfrentado
a la ira desgarradora de la bestia.
Miriam Reyes, Poeta